La Mano Roja [Xektop]

Tiemblan las estanterías, retumban los poemas, truenan las leyendas al paso de los unos y ceros de una revolución cultural. Los elitistas caerán de sus pedestales, sobre los que observaban de forma orgullosa y prepotente una realidad que no se identificaban con ellos mismos, pues consideraban que la plebe, que algo venido de una tierra ácida y contaminada no podía ser bueno, por mucha mierda que le pudieses echar encima. Ojo, mierda de laboratorio, sin colorantes ni conservante y respetable con el medio ambiente en su fabricación, eso sí.

En un momento en el que cualquiera puede publicar un libro, es la ocasión predilecta para que
podamos expresar nuestros, vuestros y sus sentimientos, puntos de vista, idas de olla, sueños,
ilusiones, sensaciones, recuerdo, emociones y toda materia prima humana, forjada con un arma
no concedida al mundo en la antigüedad por considerar que quien suda no merece pensar, que los
músculos no tienen alma y el sentimiento es para aquellos que pueden permitírselo. Pero qué ironía cuando descubrieron que los corazones de lo que consideraban banal eran más fuertes que los suyos propios, y que su sangre salia disparada hasta empapar los cielos, bañarlos en su esencia, en su humanidad, de ellos.

Ser creador de algo no significa algo estúpido,sino algo que se pueda valorar y algo de lo que
nunca hay que sentirse avergonzados (por eso de la frase “No, si lo único que escribo son bobadas
sin sentido”). No tengáis miedo a intentarlo, porque aunque los comienzos sean duros (y lo
serán, a demasiada gente le gusta destruir lo creado),os harán más fuertes. La creatividad implica sensibilidad, y alguien que no tenga nada sincero, nada que le haga dar vueltas en una infernal noche de luna llena, que quiera moldear y expresar es que no tiene nada interesante que escribir.

Que vuestra inspiración y vuestras ganas de plantaros, de alzaros desde la tierra con vuestros
grandes tallos fotosintéticos hasta esos pilares de frío mármol para decirles a la cara:

YO TAMBIÉN TENGO ALMA

Porque ahora tenéis esa mano que os ayudará. Esa mano que desciende de los teñidos cielos , y que ahora sólo tenéis que buscar, oculta entre las sombras de una ciudad de historia e histórica. Sóloespero que la encontréis, pues para ello fue creada.


Xektop

Poema sin título

Con manos
de café y poemas
y ojos rasgados
y revolución en el pelo
y anarquía en los labios
y los huesos
sólo haría falta que oscilaras
(cerca-lejos)
(lejos-cerca)
para que yo me llenase
los huesos de poemas
que el pelo negaría haber escrito
y me rasgase las manos y los labios
y me hiciese un café con tu anarquía.

Cigüeño Gris

Soledad (Nueva colaboración)

Soledad

Ha llegado corriendo ¿De qué huye esa triste figura? Avanza decidido a terminar otro día, no mira ni hacia atrás, ni hacia adelante. Sólo le interesa no ser molestado y lo consigue, consigue la soledad. En el lugar donde la guarda se encuentra un espejo al que mira desafiante y pregunta qué le hace siempre rehusar a la deseada caricia de un cuchillo por su cuello ¿Por qué necesita otro día para convencerse? No lo desea, pero no le desagrada. No quiere participar de otro día en este mundo surrealista y sin sentido. Golpea el espejo. Lo peor de ese engaño es saber que lo padeces. Todo es engaño en su vida y lo sabe, al igual que sabe que todos los que le rodean son engañados, pero no le importa. No le importa estar arrodillado, sólo quiere estar solo.

Se sienta y otra vez Ella. No debería haber visto sus ojos nunca, se ralentizó el tiempo hasta que la hizo sonreír, momento en que el tiempo se paralizó. Desde entonces esa sonrisa no se va. Maldito el día en que la hablase. Vuelve a mirarse en el espejo. Pobre desgraciado mira, pero no ve. Tan sólo ve esas pupilas que no lo abandonan en ningún momento y se maldice. Quiere acabar lo que se ruega constantemente. Quiere abandonar esa imagen incrustrada en su mente, pero no puede. Se considera un cobarde por no poder, pero no le importa, para él cobardía y sensatez son sinónimos.

Se apoya en el espejo. Quiere abandonar los saludos hipócritas, las risas falsas y lo que se considera educado. No quiere seguir dando los buenos días a quien lo odia, no sonriéndole a quien no le necesita. Sólo él se necesita. Sólo necesita la sonrisa de la muerte. No consigue seguir viviendo en donde es gobernado. Mira en el espejo y sigue sin verse, sólo ve impuestos robados y confianza inútil. Sólo ve valores vacíos y principios necesarios, pero inexistentes ¿Habrá rezado al Dios correcto? Él ya lo mató hace tiempo. Se odia por no terminar lo que ya ha empezado, se lleva matando demasiado tiempo. Rehúsa de conversar con el idiota. Considera idiota a todas aquellas personas que no son conscientes de lo necias que son y las odia. Lo rodean en su entorno y no lo soporta.

Grita. Grita con todas sus fuerzas, por todos aquellos que sufren y son ignorados, por los idiotas que creen que los ayudan, por todos los que engañan, por todos los que son engañados, por aquella sonrisa, por la soledad que llena su vacío, por su imagen en ese espejo que lo atormenta. Su mirada a cada segundo se vuelve más insoportable.Cada vez que piensa en esa Ella inaccesible, en esa Ella perfecta, en esa Ella que permanece clavada en su mente inmune al tiempo. La intentó sustituir por la soledad, pero es inútil. Vuelve a mirarse en el espejo, sólo la ve a Ella. Y lo rompe.

Estalla con fuerza y la estancia queda cubierta por decenas de destelleantes cristales. Coge uno y le pide, le ruega, le exige que termine con ese zumbido producido por aquellos que sólo buscan empapelar sus vidas de verde por imagen. Los odia. Se odia. Su imagen en el afilado trozo de espejo al fin es cubierta por un velo rojo. Esa caricia le agrada. La repite varias veces. Quiere dejar de sentir y lo consigue. Quiere dejar de oír y lo consigue. Quiere dejar de ver y lo consigue, salvo por la sonrisa de Ella que no le abandona y la maldice, la maldice mientras sucumbe a la oscuridad profunda.

Fd: Guacho

Frontera

Frontera


Érase
que se era
una frontera
-entiédase, política-
sin dios
sin juez
sin nombre
sólo frontera, frontera

Hecha de alambre
-como cualquier alambre-
y de adioses, árboles y abogados
sólo vigilia sin sueños
sólo pupilas, cadencia de fuego
sólo frontera, frontera
frontera sola
Pobre Frontera


Cigüeño Gris

Verde azulado (Norma Jean)

Porque tus ojos son los únicos que quiero volver a mirar.

Mi única adicción.

La única sensación que me embriaga, profundizando, retorciéndose,

y a su vez, fluyendo como extensas oleadas de calor

provenientes de una mar rizada, que es su color.

Mi único vicio.

El resto de mi existencia se coordina dibujando sinrazones,

para así encontrar placebos que me hagan olvidarlos.

Sucedáneos.

Se me aparecen tonos aproximados al de la fruta del olivo;

pero me recuerdan demasiado a aquellas canciones

que solías susurrarme al oído...

Otras veces se asimilan más al punto exacto del otoño

en que los amantes y los odiantes encuentran su equilibrio

para fundirse con esa seronda que cubre los campos.

Pero ya nunca son los tuyos.

Siempre los de otros, mi amor.

No importa la infinidad de ojos en los que puedan verse reflejados

mis suspiros de placer, ni el tiempo que siga consumiendo esa sucia metadona

de orgasmos vacíos que todos ellos constituyen para mí.

Da igual. No funciona.

Pero sé que seguiré enganchada a ella hasta que encuentre ese color que sea

lo suficientemente parecido al tuyo, lo suficientemente parecido al mar;

como para que me haga desear ahogarme en sus violentas aguas día tras día,

como una vez hice contigo, y no deje que vuelva a acordarme de ti.

De ti, conmigo.

“Parada frente al mar

mientras el mundo gira”.

Norma Jean

PECIOS (Sick Boy)

Oscuridad que ilumina por dentro
limpia pura...pero sucia.
Pecios de mil barcos,
hundidos, ahogados, llorados.
Tristes en la espesura
de un mar que no cesa.

Violento, sin rumbo ni brújula.
La locura es utópica,
la rabia, misántropa,
escondida en la hendidura.
Hendidura de kilómetros
profunda, negra y a la vez brillante...

Sick Boy

INSOMNIO (Sr. Rosa)

INSOMNIO:

El sueño me persigue por las esquinas, siguiéndome pero sin alcanzarme. En cambio en mi cabeza y en mi cuerpo ronda una fría sensación de insomnio. Las bolsas de piel plegadas y oscuras se acumulan en torno a mis ojos, que como dos cavernas acumulan goteras y piedras.
Son las 6 de la mañana y otra vez esa luz me dirá que, que hago aquí tirado, en que desperdicio mi vida y a que perro serviré de alimento. Estoy en el sofá del salón consumiendo el último pitillo de una cajetilla de Lucky que baje a comprar hace tres horas. El último trozo de ceniza cae en el parqué, junto al cementerio de colillas que había formado a mi alrededor.
Me recuesto en el sofá pongo el antebrazo sobre la cara y trato de dejar de pensar, pero en mi mente no dejan de fluir imágenes, recuerdos, oportunidades y ese jodido pez qu me mira directamente a los ojos y mientras trata de morderse la cola me dice “no puedes” “no puedes, ni podrás”, y yo asiento, le miro con odio y me retiro al fondo de mi memoria oscura.
En ese momento me vuelvo a encontrar sudando, y tiritando. Uno de los primeros rayos entra por la ventana provocando la dilatación de mis pupilas. Me voy al cuarto del baño, extiendo my cuerpo en bañera como puedo, y tras un golpe a la rosca comienzo a notar como el agua va empapándome. Mis ojos se cierran en un sopor inaguantable, y un fluido rojo corre por las cañerías.

Sr. Rosa